Hola, hechiceros en potencia. En esta entrada hablaremos acerca de la energía mágica vital que cada mago en la mayor parte de las historias utiliza. Me refiero, por supuesto, al maná.
Conocido como la esencia mágica que todos los hechiceros poseen, el maná, o mana ha sido tomado por todos nosotros en múltiples juegos de rol.
A lo largo del tiempo las personas creían que el maná era una fuente mágica que habitaba en las personas con poderes especiales y les permitía canalizar sus conjuros. Sin embargo, como esta es una publicación de la parte de ciencia estudiaremos las cuestiones metabólicas de la energía vital.
El maná, ki, chi, chakra o como lo quieran denominar (dependiendo del anime que se estén viendo o el libro que estén leyendo), es la fuerza vital contenida, según los conocedores, en el estómago o la zona abdominal de todos los seres humanos, por no decir de los seres vivos. según dicen se encuentra intimamente relacionado con el alma, y su uso es el de producir la energía del cuerpo a través del metabolismo.
En el la saga de "El alquimista" de Michael Scott (que tienen que leer, por cierto) nos habla de que los magos, por efectos del maná que habita en el cuerpo, que debe ser alimentado, valga la redundancia, por medio de los alimentos, necesitan estar constantemente comiendo, puesto que la canalización de chi absorbe muchísimas calorías, y el cuerpo al hacer magia se cansa y el mago va perdiendo la fuerza.
En la saga del "gremio de los magos" de Trudi Canavan (Que también tienen que leer) nos dice que los magos que agotan su energía mágica mueren en el acto, por acción de un choque o un ataque fulminante.
De todo esto podemos destacar que, el maná dentro de lo que la ciencia médica podría dejarnos entrever, es una acumulación de calorías que son rápidamente quemadas por el organismo en función de realizar una tarea que requiere una amplia concentración.
Así es como recordamos que "L" del afamado manga y anime Death Note, podía consumir enormes cantidades de azucar y no engordar, puesto que él afirmaba que gastaba muchas calorías únicamente al pensar. Esto nos deja un punto interesante, porque como también nos dice la saga de Michael Scott: nunca encontrarás un mago gordo. (Una razón más para muchos de nosotros para querer ser magos, ¿verdad?)
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